Estudiamos las características tanto del terreno como de los materiales disponibles, y concebimos la distribución, el diseño y el aspecto exterior del proyecto para aprovechar al máximo espacio.

La arquitectura existe para servicio del ser humano, por eso la vivienda debe satisfacer las necesidades primarias de las personas, como la protección al descanso, el rol de las variables climáticas, la privacidad, la intimidad y la seguridad, entre otras.

Los espacios no son estáticos: mutan, se transforman. A su vez, el ser humano va modificando su manera de vivir, por lo que concebimos viviendas para el cambio constante, no limitamos el diseño a un solo uso. De igual forma, esta dimensión se enfoca en la eficiencia, en tiempos y formas, del proceso creativo del proyecto.

Unoene analiza cómo se relacionan los sistemas en que convive el ser humano: social, económico, político, ecológico, familiar, entre otros, para aprovechar los recursos del entorno del proyecto y otorgar a cada uno de ellos un valor específico.

Concretamos proyectos teniendo en mente el modus vivendi de los distintos usuarios. Ideamos espacios para que las personas desarrollen sus pasiones, sus hobbies, su propia personalidad, y aspiren desde su vivienda a la plenitud física, mental y espiritual.

En sintonía con las seis dimensiones previas, y gracias a la estrecha colaboración con otras áreas, logramos que los proyectos sean rentables para los inversionistas, atractivos para los compradores y, por ende, fáciles de comercializar para los promotores.